nos incitan a desplegar lo mejor de nosotros mismos
y nos sentimos mejores en su presencia.
Es como si ante sus ojos, pudiéramos reestrenar
nuestra vida y nos muestran horizontes propios
que no podíamos ni imaginar.
Es un inmenso regalo
recibir esto y poder
provocarlo en
los demás.
Al comenzar un nuevo curso, tal vez te haga
bien disponerte, al modo de Jesús y
del p. Zegrí, como "dador de alas",
con aquellos con los que convives todos
los días y nos rozamos en el colegio,
volver a renovar la confianza
y continuar apostando por
lo mejor que guarda
cada persona...
A veces,
es difícil vivirlo
con los que están cerca
pero también es lo que más nos
acerca a la Buena Noticia de Jesús y
a los deseos del p. Zegrí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario